Financial assets against inflation: Capturing the hedging properties of gold, housing prices, and equities
Alejandro Almeida, Julia Feria, Antonio Golpe, y José Carlos Vides
Palabras clave: Cointegración fraccional; Quiebres estructurales; Activos; Cobertura; inflación
El fuerte aumento de la inflación a nivel global tras la pandemia de COVID-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania ha reavivado el interés por identificar activos financieros que actúen como refugios efectivos frente a los choques inflacionarios. Este estudio analiza cómo los precios de la vivienda, el índice S&P500 y el oro se comportan como herramientas de cobertura contra la inflación, empleando el modelo de vector autorregresivo de cointegración fraccional (FCVAR). Este enfoque innovador supera las limitaciones de los métodos tradicionales, ya que permite estudiar relaciones a largo plazo entre series temporales sin restringir la integración a órdenes enteros (I(0)/I(1)). Esto proporciona un marco más realista para comprender las dinámicas económicas y de inversión en mercados complejos.
El periodo de estudio abarca de enero de 1953 a enero de 2023, una extensión de siete décadas que permite capturar periodos de inflación alta y baja, así como evaluar el impacto de eventos económicos significativos. Además, se incorpora el análisis de quiebres estructurales, que representan cambios abruptos en las series causados por sucesos clave, como crisis financieras o cambios regulatorios.
Principales hallazgos
- El oro: un refugio cuestionable contra la inflación
Aunque popularmente se considera el oro como una protección segura frente a la inflación, los resultados desafían esta percepción. A lo largo de todo el periodo, el oro no mostró una capacidad consistente para cubrirse contra la inflación. En particular, después de un quiebre estructural en 1980, cuando alcanzó precios récord debido a la inflación impulsada por el petróleo, su eficacia como cobertura disminuyó. Este comportamiento indica que su valor como refugio depende de las condiciones específicas de cada época, y no es una constante universal.
- La vivienda: una cobertura parcial pero cada vez más robusta
Los precios de la vivienda proporcionan una cobertura parcial frente a la inflación. Sin embargo, cuando se consideran los quiebres estructurales, su papel como refugio mejora significativamente. Desde la década de 1970 y, especialmente, tras la crisis financiera de 2008, la vivienda muestra un desempeño más sólido, lo que la convierte en una opción defensiva de mayor valor para los inversores interesados en preservar su riqueza a largo plazo frente a la inflación.
- El S&P500: de un desempeño inicial limitado a una cobertura superior
En los primeros años del periodo de análisis, el índice S&P500 ofrecía una cobertura débil frente a la inflación. Sin embargo, tras la crisis de 2008, su efectividad como herramienta de cobertura mejoró drásticamente. Este cambio podría reflejar ajustes en las estrategias empresariales y el fortalecimiento de las estructuras de mercado, adaptándose a un entorno económico más inflacionario. Así, el S&P500 ha evolucionado hacia un activo con mejores propiedades defensivas.
Quiebres estructurales: momentos clave
El uso del test de Bai-Perron permite identificar quiebres estructurales significativos. Los hallazgos revelan que estos quiebres modifican las propiedades de cobertura de los activos, subrayando que las relaciones entre inflación y activos no son lineales:
- En el mercado de la vivienda, los quiebres se produjeron en 1968 (con la Ley de Vivienda Justa), en 1989 (pico previo a la recesión de 1990) y en 2008 (la crisis subprime).
- Para el oro, el quiebre de 1980 se relaciona con la burbuja inflacionaria alimentada por la crisis energética y el aumento de los precios del petróleo.
- En el caso del S&P500, un quiebre en 2008 marcó una mejora en su comportamiento como cobertura tras la crisis financiera global.
Implicaciones para inversores y políticas públicas
Los resultados de este estudio ofrecen lecciones valiosas tanto para la gestión de carteras como para el diseño de políticas económicas:
- Diversificación inteligente: Los inversores deberían considerar combinaciones de activos para protegerse de la inflación. Bienes raíces y acciones, que muestran una mejora en su capacidad de cobertura en ciertos regímenes, podrían ofrecer una defensa más efectiva que el oro, cuya capacidad como refugio es menos fiable.
- Estrategias monetarias diferenciadas: Los formuladores de políticas deben considerar las diferentes respuestas de los activos a la inflación. Las políticas que cubren tanto el corto como el largo plazo permiten manejar mejor los choques inflacionarios. La persistencia de estos efectos puede variar, lo que requiere enfoques flexibles y adaptativos.
Conclusión
Este estudio utiliza el modelo FCVAR para ofrecer una comprensión más profunda de las propiedades de cobertura frente a la inflación de diferentes activos financieros. Los resultados desafían percepciones tradicionales, destacando que el oro no es siempre un refugio seguro. En cambio, los precios de la vivienda y las acciones del S&P500, especialmente tras eventos disruptivos, ofrecen mejores propiedades defensivas. La consideración de quiebres estructurales permite evaluar cambios en el tiempo, mejorando las estrategias de inversión y las políticas económicas en un contexto de inflación creciente.