¿Cómo podrían las empresas mejorar su agilidad organizativa?

¿Cómo podrían las empresas mejorar su agilidad organizativa?

Juan Gabriel Cegarra-Navarro, Silvia Martelo-Landroguez

El entorno organizativo actual, caracterizado por la incertidumbre y el cambio continuo, hace necesario una respuesta rápida y un ajuste de recursos adecuado por parte de las empresas que asegure su supervivencia y su éxito. Varios aspectos de la gestión del conocimiento en el seno de las organizaciones parecen tener una influencia directa en dicha capacidad de las empresas para adaptar su estrategia y dirigir sus recursos hacia la creación de valor (conocida como agilidad organizativa).
La pregunta clave sería: ¿cómo podrían las empresas mejorar su agilidad organizativa? Nuestro estudio sugiere que la retención o mantenimiento del conocimiento que se va acumulando en las empresas durante su historia en forma de procedimientos y modelos mentales (esto es, la memoria organizativa) permite a las organizaciones responder de forma adecuada y eficaz ante las amenazas y los cambios del actual entorno empresarial.
Así, el conocimiento previo almacenado se hace accesible a cualquier persona de la organización que lo necesite, facilitando la toma de decisiones y evitando la repetición de errores del pasado. Por un lado, la aplicación de conocimiento hace referencia al uso del conocimiento aprendido a un contexto diferente, y suele ser un proceso formal (Martelo-Landroguez y Cegarra-Navarro, 2014). Por otro lado, el counter-knowledge implica la diseminación de información no confirmada, y suele ser un proceso informal (Cegarra-Navarro, Cepeda-Carrion y Wensley, 2015).
La reactivación de dicho conocimiento previo puede al mismo tiempo ayudar a la aplicación de conocimiento útil y neutralizar la existencia del denominado counter-knowledge. Esto significa que la memoria organizativa puede permitir tanto la aplicación de conocimientos apropiados como la mitigación de aquellos no tan adecuados para la organización. Por tanto, el conocimiento previo será usado por los empleados no solo para mejorar la eficacia de los procesos existentes, sino también para atenuar el mal uso del counter-knowledge. 
Es ampliamente reconocido que una gran parte del valor creado por las empresas hoy en día se basa en sus procesos de gestión del conocimiento. Por tanto, el éxito de una empresa dependerá de lo eficaz y eficiente que sea en el desarrollo de dichos procesos. La identificación de la memoria organizativa como un elemento importante para favorecer el proceso de aplicación de conocimiento, así como para suavizar el efecto del counter-knowledge en las empresas, es una contribución importante a destacar en un momento en el que la investigación trata de buscar nuevas funciones para los procesos de gestión del conocimiento.
Como se ha comentado previamente, para competir en un mercado tan turbulento como el actual, las empresas tienen que ser capaces de integrar sus procesos de conocimiento de forma que favorezcan su agilidad organizativa. En definitiva, la capacidad de una empresa para adaptarse a los cambios del entorno dependerá de su capacidad tanto para aplicar el conocimiento útil como para vencer el counter-knowledge.
En resumen, los resultados de este estudio respaldan que la agilidad organizativa no es solo el resultado del uso por parte de la empresa de rutinas y protocolos validados (a través del proceso de aplicación del conocimiento), sino que también se ve afectada por los chismes, rumores, exageraciones o mensajes manipulados que circulan por la organización (que denominamos counter-knowledge). En ambos casos se intercambia información dentro de la organización, pero se requieren estructuras y procesos distintos cuando se trata de información contrastada o sin contrastar.
Así, el desarrollo de procesos para reducir el riesgo del counter-knowledge, no dando por hecho teorías no demostradas, y para favorecer la aplicación de aquellos conocimientos de alta calidad, constituye un mecanismo a disposición de las empresas para mejorar su gestión y hacer frente a los actuales entornos turbulentos.
En conclusión, para sobrevivir y tener éxito, el objetivo de toda empresa debería ser evitar la exposición de sus trabajadores al llamado counter-knowledge. Por ejemplo, la premura al resolver las quejas de los clientes a través de procedimientos establecidos previamente por la propia empresa, puede evitar que los empleados accedan a información no fundamentada procedente de canales informales de comunicación. También se debería evitar al máximo la influencia del counter-knowledge en la toma de decisiones debido a la existencia de autores que sugieren que el counter-knowledge conduce al deterioro del conocimiento en una organización (Chapman y Ferfolja, 2001; Fernandez y Sune, 2009). En este sentido, el uso de información no verificada dentro de una organización podría llevar a que ideas erróneas sean aceptadas como genuinas (Thompsom, 2008) y, por tanto, provocar la creación de conocimiento perjudicial para la empresa.

Artículo principal: The effect of organizational memory on organizational agility: Testing the role of counter-knowledge and knowledge application. Publicado en la revista científica: Journal of Intellectual Capital, 21 (3), 459-479. (2020). DOI: 10.1108/JIC-03-2019-0048.