Reputational enablers for supplier diversity: An exploratory approach on the inclusion of war veterans and disabled people
Camila Lee Park , Mauro Fracarolli Nunes, Jose A.D Machuca
Palabras clave: Supplier diversity, corporate reputation, war veterans, disabled people, stakeholder perception
Este estudio investiga si la inclusión de veteranos de guerra y personas con discapacidad en los programas de diversidad de proveedores otorga a las empresas beneficios en términos de reputación. Con la evidencia preliminar recopilada en el análisis de contenido de los programas de diversidad de proveedores y los grupos diversos considerados por las 100 principales empresas del S&P 500, llevamos a cabo un experimento bifactorial basado en escenarios con un enfoque multistakeholder, explorando las reacciones del público en general, los clientes, los inversores y los proveedores potenciales ante estas iniciativas. En particular, analizamos si sus opiniones sobre la benevolencia y la competencia (confianza) de las empresas se ven afectadas. También investigamos los posibles efectos en la actitud general de estas partes
interesadas hacia las empresas, ya que este constructo representa un indicador de la reputación corporativa. Los resultados empíricos muestran que la inclusión de estos grupos no influye en la percepción de las empresas, lo que sugiere que la comunicación de los programas de diversidad de proveedores no siempre es eficaz para crear imágenes positivas (por ejemplo, greenwashing o social washing). Analizamos estos resultados en el contexto de la teoría de las partes interesadas y en el debate que contrapone los incentivos estratégicos y morales para adoptar programas de diversidad de proveedores.
La diversidad de proveedores ha ganado terreno como una forma de que las empresas contribuyan a la equidad social mediante el abastecimiento a grupos infrarrepresentados. Históricamente, la mayor parte de la atención se ha centrado en el origen étnico, el género y la orientación sexual, dejando a los veteranos de guerra y a las personas con discapacidad relativamente poco explorados en la literatura sobre diversidad de proveedores. Este estudio aborda esa laguna centrándose específicamente en si la inclusión de estos dos grupos entre los proveedores reporta beneficios tangibles para la reputación, un incentivo clave que suelen citar las empresas.
La investigación realiza en primer lugar un análisis de contenido de los programas de diversidad de proveedores de las 100 principales empresas del S&P 500. Este paso preliminar revela que, aunque la mayoría de las empresas mencionan la diversidad de proveedores y muchas incluyen a los veteranos de guerra y a las personas con discapacidad, estos grupos siguen estando poco estudiados en la literatura. Esta desconexión entre la práctica y la investigación académica justifica una investigación empírica más específica.
Para explorar las percepciones de las partes interesadas, diseñamos un experimento bifactorial basado en escenarios en el que participaron 512 personas residentes en Estados Unidos. El experimento manipuló dos variables: (1) la presencia o ausencia de una política de diversidad de proveedores dirigida a grupos específicos (veteranos de guerra, personas con discapacidad, mujeres o ninguno), y (2) el papel de las partes interesadas que se pidió a los participantes que asumieran (público en general, cliente, inversor o proveedor potencial). Este diseño permitió a los investigadores evaluar los efectos de las políticas de diversidad de proveedores en tres constructos clave relacionados con la reputación: la confianza en la competencia, la confianza en la benevolencia y la actitud general hacia la empresa.
Los resultados fueron sorprendentes. En la mayoría de los roles de las partes interesadas, especialmente el público en general, los clientes y los proveedores potenciales, la inclusión de veteranos de guerra y personas con discapacidad en la base de proveedores no tuvo un efecto estadísticamente significativo en la percepción de la competencia, la benevolencia o la actitud general. La única excepción parcial se dio entre los inversores, que expresaron opiniones ligeramente más favorables hacia las empresas que se abastecían de empresas propiedad de personas con discapacidad, pero eran menos positivos sobre el abastecimiento de empresas propiedad de veteranos. Esta sutil distinción puede reflejar las diferentes percepciones sociales de estos grupos o las evaluaciones de riesgo estratégico entre los inversores.
Estos resultados cuestionan la hipótesis predominante de que la diversidad de proveedores mejora de forma fiable la reputación corporativa. Si bien la inclusión de grupos marginados puede seguir reportando beneficios operativos o éticos, este estudio sugiere que la reputación por sí sola puede no ser una justificación estratégica suficiente, al menos no para las categorías de diversidad menos «convencionales». Esto apunta a una posible desconexión entre lo que las empresas esperan conseguir con la diversidad de proveedores y cómo perciben realmente estas iniciativas las partes interesadas.
El estudio tabién plantea importantes preocupaciones sobre el riesgo de exagerar la reputación, lo que a veces se denomina «lavado social». Si las empresas defienden públicamente la diversidad de proveedores sin generar buena voluntad entre las partes interesadas, estos esfuerzos pueden percibirse como falsos o, peor aún, como una manipulación estratégica. Destacamos la necesidad de una comunicación sincera y transparente, ya que la disonancia entre el mensaje de la empresa y las expectativas de las partes interesadas puede erosionar la confianza en lugar de reforzarla.
Desde una perspectiva teórica, el documento se basa en la teoría de las partes interesadas para contextualizar los resultados. La teoría de las partes interesadas sostiene que las empresas deben tener en cuenta los intereses de todas las partes afectadas por sus acciones, y no solo los de los accionistas. Si bien los programas de diversidad de proveedores pueden reflejar este principio, los resultados aquí presentados sugieren que la mera adopción de tales políticas puede no ser suficiente para cambiar la actitud de las partes interesadas. Esto refuerza la idea de que los argumentos morales a favor de la inclusión deben sostenerse por sí mismos, especialmente cuando no se materializan beneficios estratégicos como la mejora de la reputación.
En última instancia, el artículo contribuye a la bibliografía sobre diversidad de proveedores al ampliar el debate para incluir a grupos que a menudo se pasan por alto y al poner a prueba supuestos comúnmente aceptados mediante medios empíricos. También añade matices al discurso de la teoría de los grupos de interés, destacando la importancia de alinear las iniciativas sociales con los valores y percepciones de los grupos de interés.
Sugerimos que las investigaciones futuras exploren cómo un compromiso más profundo o más visible con estos grupos de proveedores minoritarios podría mejorar los resultados en materia de reputación, o si diferentes estrategias de comunicación podrían cambiar las percepciones. Mientras tanto, se anima a las empresas a que continúen sus esfuerzos en materia de diversidad de proveedores basándose en un compromiso moral, en lugar de esperar recompensas automáticas en términos de reputación.
Journal of Cleaner Production 475 (2024) 143621 https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2024.143621